DÍA 1: VEGUETA DEL CARACOL – CUEVA SECRETA
La ruta comienza en la Vegueta del Caracol (punto 0), lugar donde el Arroyo de San Juan tributa sus aguas al Río Genil, y hasta donde llegaba antaño el Tranvía de la Sierra. Justo al final del desaparecido trazado viario del tranvía, encontraremos una amplia explanada donde podremos estacionar nuestro vehículo.
Comenzaremos la marcha cruzando el Río Genil, gracias a un puente de madera, e incorporándonos a la Vereda de la Estrella.
La Vereda de la Estrella fue abierta en los años 60 del siglo XIX sobre la margen izquierda del Río Genil (orográficamente hablando) para facilitar la extracción de hierro de las minas de la Probadora, de la Estrella y de la Justicia, todas ellas situadas río arriba.
En este primer tramo del recorrido, la Vereda de la Estrella discurre por el Arrecife, lugar en el que las laderas del valle se desploman abruptamente hacia el río. Al poco, pasaremos junto al Castaño El Abuelo (punto 1), del cual admiraremos su gran porte y resistencia.
Transcurrida 1 hora aproximada de marcha, tras varias revueltas en las que atravesaremos los barrancos de las Tormentas, de la Loma del Muerto y de Cabañas Viejas, la vereda nos situará sobre la junta u horcajo en el que el Río Vadillo se une al Río Genil. Un poco más adelante, en el momento en el que el valle de Río Genil gira decididamente hacia el sur, nos encontraremos en la Curva del Viso, o Viso de las Nortes (punto 2), lugar desde el que podremos admirar por primera vez las impresionantes, y aún lejanas, caras nortes de la Alcazaba y del Mulhacén.
Continuando a través de la Vereda de la Estrella, cuyas dimensiones son aún las de un camino carretero, alcanzaremos las Minas de la Probadora. A partir de aquí el camino se vuelve más estrecho y, al poco, llegamos a las Minas de la Estrella. Tras atravesar las ruinas de este antiguo poblado, el camino que seguimos nos hará cruzar el puente sobre el Río Guarnón (punto 3).
En la cabecera del valle del Guarnón, divisaremos la cara norte del Veleta.
Una vez dejado atrás el Río Guarnón, rodearemos la base de la enorme Loma del Lánchar y contemplaremos, a nuestra izquierda, el Barranco del Aceral, cuyas aguas se precipitan sobre el Río Genil a modo de bonita cascada. A continuación, pasaremos junto a los restos de las construcciones de las Minas de la Justicia y llegaremos allí donde los ríos Valdecasillas y Valdeinfierno se unen para conformar el Río Genil, la denominada Junta de los Ríos (punto 4).
A partir de este lugar, atravesaremos la Majada del Real para, siguiendo el curso del Río Valdeinfierno, llegar a la zona conocida como Cueva Secreta. Cruzaremos el río a través de un pequeño puente y, tras avanzar un poco a través del margen izquierdo del río (en el sentido de la marcha), llegaremos a una amplia zona aterrazada donde pasaremos la noche (punto 5).
DÍA 2: CUEVA SECRETA-LAGUNA DE LA MOSCA
A la mañana siguiente procuraremos madrugar todo lo posible con el objeto de alcanzar las zonas nevadas a una hora prudente, aprovechando al máximo todo lo que pueda dar de sí el rehielo nocturno.
Partiremos desde nuestro lugar de pernocta (punto 5) para, inmediatamente, situarnos sobre la Majada del Palo, un amplio rellano localizado sobre la Loma de Casillas. Continuaremos remontando la ladera oeste de la Loma de Casillas, a cuya vertiente opuesta nos dirigiremos a través de un sendero. Una vez franqueada la Loma de Casillas (punto 6), habremos penetrado en los dominios del Valdecasillas, valle a través de cuyo fondo discurre el río homónimo.
Arriba, a nuestra izquierda, contemplaremos el Puntal y los Prados de Vacares. Abajo, en la misma dirección, observaremos como el Arroyo de Vacares forma una bonita “cola de caballo” antes de verter sus aguas al Río Valdecasillas. Al frente, contemplaremos por entero el Espolón de la Alcazaba, con sus 1.500 metros de desnivel aproximados.
El sendero que seguimos nos conducirá a media ladera hacia la orilla derecha del Río Valdecasillas (en el sentido de la marcha), orilla junto a la cual continuaremos ascendiendo (punto 7).
En nuestro ascenso a través de la margen derecha del río alternaremos la subida gradual con la superación de dos resaltes, el último de ellos situado a cota 2.500, allí donde las aguas del río forman una cascada. Superado este último resalte, se abrirá ante nosotros una amplia vaguada, la cual se encuentra delimitada al este por la Alcazaba, al sur, por las Chorreras de la Mosca, y, al oeste, por el Pico Juego de Bolos. Cruzaremos hacia el lado izquierdo del río (siempre en el sentido de la marcha) y comenzaremos a remontar la vaguada en dirección hacia las Chorreras de la Mosca, nombre que reciben las cascadas que forma el Río Valdecasillas justo después de nacer. Volveremos a cruzar el río y remontaremos la pendiente, siempre con tendencia a la derecha, terminando por superar el resalte rocoso a través del que se precipitan las Chorreras de la Mosca.
Una vez superado el último resalte, se abrirá ante nosotros la gran hoya en la que se sitúa la Laguna de la Mosca (punto 8), justo a los pies de la impresionante cara norte del Mulhacén. A la Laguna de la Mosca llegaremos hacia el mediodía, siendo importante descansar durante la tarde, y acostarnos temprano, con el objeto de volver a madrugar bastante al día siguiente.
DÍA 3: CORREDOR CENTRAL DE LA CARA NORTE DEL MULHACÉN Y REGRESO
El tercer día partiremos desde nuestro segundo lugar de pernocta (punto 8) a las 07:00 h. Previamente habremos dejado oculto el material no indispensable, con el objeto de recogerlo a la vuelta. Comenzaremos remontando la pendiente en dirección al gran cono de deyección que se sitúa ligeramente a la derecha del centro de la cara norte del Mulhacén.
Una vez superado el estrechamiento superior del cono de deyección, giraremos hacia la izquierda y comenzaremos a subir a través de una amplia cornisa, la cual presenta unos 40 grados de inclinación y finaliza en el Vasar del Mulhacén.
El Vasar es una cornisa o vira que atraviesa horizontalmente la cara norte del Mulhacén y que se sitúa aproximadamente a un tercio de la altura total de la pared. Siguiendo el Vasar unos metros, franquearemos un espolón, e, inmediatamente, veremos cómo se abre el Corredor Central a nuestra derecha.
Tras subir unos 200 metros de corredor con pendientes comprendidas entre los 45 y los 50 grados, nos toparemos, muy probablemente, con un tramo helado de unos 10-15 metros de longitud que nos veremos obligados a asegurar.
Tras superar dicho tramo, continuaremos avanzando unos 100 metros más, ya por nieve, hasta toparnos con el resalte rocoso que cierra el extremo superior del corredor. Abandonaremos el corredor siguiendo la bonita vira inclinada que parte hacia nuestra izquierda y que forma parte de la Vía Lorente-Monleón. La vira nos sacará a los neveros superiores de la cara norte, los cuales recorreremos hacia la izquierda, evitando de ese modo la banda rocosa superior y saliendo al tramo final de la Arista Noreste. Tras recorrer un corto tramo de arista siguiendo el camino que nos resulte más fácil, llegaremos a la cumbre del Mulhacén (punto 9).
La bajada desde el Mulhacén la realizaremos siguiendo la vía normal, la cual recorre su cara oeste. No debemos relajarnos en exceso pues, aunque posee una pendiente moderada, la cara oeste puede presentar hielo. Nos dirigiremos hacia el Collado del Ciervo (punto 10), y, desde allí, descenderemos hacia la Laguna de la Mosca (punto 8).
Una vez en la laguna, descansaremos brevemente, y, tras recoger todo el material, comenzaremos a descender. No debemos dilatar demasiado el regreso pues las temperaturas del atardecer podrían reblandecer demasiado la nieve, y nuestro paso por debajo de las Chorreras de la Mosca, atravesando el río, podría verse bastante comprometido.
Una vez superadas las Chorreras, solo nos quedará continuar bajando, deshaciendo el camino recorrido a la ida.
La vuelta a la Vegueta del Caracol (punto 0) nos parecerá interminable debido al cansancio acumulado, sin embargo, la sensación de haber realizado una gran ascensión compensará con creces nuestro padecer.